Es resultado de un programa de conservación
Chelo existe y puedes verla
Chelo es una tortuga marina de la especie Caretta caretta. Se ha convertido en la protagonista del Acuario por la importancia que tiene su ejemplo para la protección de su especie, en peligro de extinción.
Chelo forma parte de un proyecto que pretende asegurar poco a poco la supervivencia de esta especie en el medio oceánico, donde son muchos los peligros que lamentablemente nos acechan.
Chelo forma parte de un proyecto que pretende asegurar poco a poco la supervivencia de esta especie en el medio oceánico, donde son muchos los peligros que lamentablemente nos acechan.
Chelo nos cuenta su historia
"Cómo llegué hasta el Acuario de Sevilla"
Nací muy lejos de aquí, en una zona de África donde siguen desovando a menudo las tortugas. Yo concretamente provengo de un huevo de la isla de Boa Vista en Cabo Verde. Con el objetivo de conservar mi especie, unos científicos del CSIC custodiaron el nido y lo trasladaron a España.
Tras eclosionar nos alimentaron y cuidaron en un centro de recuperación. Después de un año, casi todas las tortuguitas fueron soltadas nuevamente al medio marino, en una playa del Cabo de Gata. Cuando sean adultas regresarán a esa misma zona a poner allí sus huevos. A esta tendencia natural de volver al sitio donde damos nuestros primeros pasos la llamamos filopatría.
La segunda parte del proyecto era que cada pareja fuese a un centro especializado y a mí me destinaron al Acuario de Sevilla junto con Nando, mi compañero. En el Acuario nos cuidan para que pronto consigamos reproducirnos aquí, y así las tortugas nacidas de nuestros huevos sean nuevamente devueltas al mar.
Conoce los programas de conservación del Acuario Tras eclosionar nos alimentaron y cuidaron en un centro de recuperación. Después de un año, casi todas las tortuguitas fueron soltadas nuevamente al medio marino, en una playa del Cabo de Gata. Cuando sean adultas regresarán a esa misma zona a poner allí sus huevos. A esta tendencia natural de volver al sitio donde damos nuestros primeros pasos la llamamos filopatría.
La segunda parte del proyecto era que cada pareja fuese a un centro especializado y a mí me destinaron al Acuario de Sevilla junto con Nando, mi compañero. En el Acuario nos cuidan para que pronto consigamos reproducirnos aquí, y así las tortugas nacidas de nuestros huevos sean nuevamente devueltas al mar.